1.901 – 1.994
Manuela Sistiaga Orozco nació en junio de 1901 en un caserío del barrio Isuskiza de Plentzia.
En 1920, cuando Manuela tenía alrededor de 19 años, se casó con Ramón Bilbao. El matrimonio se trasladó a vivir a una vivienda de Plentzia, sin embargo, al de 8 ó 9 años fueron a vivir a la casa en la que vivía la madre de Ramón, un caserío de Gandia. Para ello, decidieron dividir el inmueble en dos partes, para que en una de ellas viviera el matrimonio joven y en la otra la madre de Ramón.
Fruto del matrimonio entre Manuela y Ramón nacieron Ramón, Margari, Mari, Manu, Felisa, Madin, Consuelo (que murió de muy pequeña) y Josefina.
Ramón, además de ser teniente alcalde del Ayuntamiento de Gorliz, era marino. Manuela, por su parte, se encargaba del cultivo y la recogida de los alimentos que sembraban en la huerta y de todo lo relacionado con el cuidado de los animales (gallinas, cerdos…). Además de esto, también se ocupaba del cuidado de los ocho hijos e hijas y de las tareas del hogar.
Después de unos 15 ó 16 años de casarse, detuvieron a Ramón acusándole de ser rojo y pasó unos meses en la cárcel de Larrinaga. La hija mayor, Margari, acudía cada día a la cárcel para visitar a su padre y llevarle algo de comer hasta que un día, al llegar a Larrinaga, le notificaron que su padre ya no se encontraba allí. Tras unos días sin conocer el paradero de Ramón, un vecino de Gorliz le contó a Manuela que su marido, junto con otros hombres también presos, había sido fusilado en Derio.
Manuela se quedó viuda con ocho hijos e hijas a las que alimentar y educar. Debido a la difícil situación en la que se encontraban, cada miembro de la familia aportó todo lo posible para salir adelante. Manuela continuó dedicándose a la huerta y al cuidado de los animales e inculcó a sus hijas e hijos la importancia y necesidad de trabajar. Por este motivo, y siguiendo las enseñanzas de su madre, todas y todos ellos empezaron a trabajar desde pequeños: los chicos trabajaron en las huertas de los caseríos cercanos y en la obra; las chicas, en cambio, trabajaron de interinas y cuidando niños y niñas. Cada día llevaban el jornal a casa.
La familia Bilbao Sistiaga era conocida por ser una familia muy trabajadora. En alguna ocasión, cuando necesitaban a alguien que trabajara de interina, personas de la Villa acudían a casa de Manuela en busca de las hijas puesto que se decía que eran unas chicas muy responsables y trabajadoras.
Manuela Sistiaga Orozco fue una mujer fuerte y valiente que, a pesar de los obstáculos que se le presentaron y de la miseria y necesidad que se vivía en aquella época, logró sacar a su familia adelante. Tanto ella como su familia siempre será recordada como personas trabajadoras y luchadoras.